Tengo un lio en la cabeza…
Me gusta, me encanta, me hace bien, pero… siempre hay un maldito PERO. No, no puedo, esto no debe continuar, no debe crecer este cariño o amor, por el, ¡NO!. Pero como sabrán… me siento tan bien así, queriéndolo y sufriendo a la vez, porque lo quiero y siento que el corazón late al solo verlo, y a la vez sufro, sufro porque no es lo mismo, yo lo quiero.
El lunes… el lunes, ya no veo la hora de despertarme, pegar un salto de la cama, me pego una ducha y me voy a buscarlo, es volver a verlo después de un año, después de tanto tiempo, después de todo lo que lo amé y después de todo lo que hice… estoy totalmente arrepentida, porque lo amo, y es solo verlo, y poder “destrozarle los labios” de un beso.
Quiero ya ese maldito día, lo voy a amar por siempre, porque este reencuentro nunca más se va a repetir. Solamente pido a Dios (lo poco que me queda de pedirle) es que tenga otra oportunidad, no me importan las consecuencias. Cuando amas, estas totalmente ciego/a.
Trato de querer a otros para olvidarme de otros tantos, pero así acumulo más y más hasta estallar de furia, de dolor, de amor, de llanto, de todo. Soy una pelotuda.
Ahora en la cabeza tengo en mente al que me hace bien, pero no puedo. Y a la vez me está volviendo loca el otro. Ya poquitos días y lo veo, voy a ser la más feliz por unas míseras horas.
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