ramas, y el cielo azul.

Algunas veces me pregunto ¿estoy bien de la cabeza? Y nadie me responde.

Por ansiosa, como engordo, por nerviosa no como por 3 días, la panza se me hincha por no alimentarme, al cuatro día (lo máximo que llegué) comí como una bulímica anoréxica desesperada por una migaja de comida.

¿Qué mierda me pasa? Tengo cambios repentinos, siento que tengo una bipolaridad terrible. La gente me dice que me preocupo por cosas muy boludas y que soy muy chica para eso.

No sé que más decir. Mi día fue aburrido y me hice una propia terapia a mí misma, me acosté en la cama paraguaya, miré un sinfín de ramas de un árbol y contemplé detalladamente cada rama, cada movimiento de cada una, hasta llegar al cielo.

Nose que pudo haberme causado, peor la imagen la tengo en la cabeza. Me quedé pensando miles de cosas a la vez, la boca no se movía, pero en mi mente había una voz que no paraba de hablar como un loro. Entrecerraba los ojos, hasta que me quedé dormida.

Así de tonto, así termina esta nota.